
COVID
La sociedad vivió el COVID-19 con incertidumbre, miedo y adaptación. El confinamiento cambió rutinas, fomentó el teletrabajo y el distanciamiento social. Aumentó la solidaridad, pero también el estrés y la soledad. Las vacunas devolvieron esperanza, aunque las secuelas emocionales y sociales de la pandemia aún siguen presentes en muchos ámbitos.